Gracias a un email con información extendida facilitado por mi amiga Anna, he podido enterarme del siguiente caso:
Manolis Kogevinas: "Barcelona ha de tener agua de más calidad" en EL PERIÓDICO 17/6/2008.
Por lo visto, y según el estudio del mencionado epidemieólgo (És codirector del Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental (CREAL), que estudia la composición y calidad del agua que llega a las casas de Barcelona.), el agua de Barcelona no es tan saludable como todos pensamos; no solo es cuestión de sabores.
Por lo visto, el agua de los ríos que llegan a nuestras depuradoras esta en un estado deplorable de higiene, y para que podamos beber ese líquido transparente y limpio, tienen que usar el método de la cloración, que es efectivo y casi milagroso después de ver como son capaces de transformar agua sucia, de color marrón y con espuma, en eso que acabamos bebiendo en casa, o usando para ducharnos, etc...
El problema reside en la forma en que el cloro descompone las bacterias y otros elementos.
Uno de los productos que se desprende de esta descomposición es el THM o Trihalometanos, que son cancerígenos.
El nivel máximo aceptado por la OMS y la CEE es de 100 microgramos/Litro pero en España (como no!) tenemos una moratoria de la CEE que sitúa como máximo nivel tolerable 150 microgramos/Litro, hasta el 2009.
El verano pasado, en algunos barrios de Barcelona y Badalona, esta cifra se superó durante algunos días....??!???!?!
Filtrar el agua en casa (como en mi caso con el famoso BRITTA), no garantiza que en todos los casos se pueda evitar el THM, y aunque lo hagamos... qué ocurre con el agua que usamos para ducharnos, y para lavar los platos?
Este invisible enemigo puede ser absorbido por el aire, o por la piel, o por ingestión directa.
AGBAR (aguas de Barcelona) se ha comprometido a bajar los niveles de THM en el 2009 a los valores aceptados por la OMS y la CEE; se supone que son serios y se supone que lo harán.
Tendremos que mantener los ojos bien abiertos y los paladares afinados!
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